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Saber cuándo cambiar una llanta es esencial para mantener la seguridad y el rendimiento de tu vehículo. Aquí hay algunas señales que indican que es hora de cambiar una llanta:

1. Desgaste de la banda de rodadura: La banda de rodadura es la parte de la llanta que está en contacto con la carretera. Si ves que la profundidad de la banda de rodadura está cerca del indicador de desgaste (generalmente una pequeña protuberancia entre las ranuras), es probable que necesites cambiar la llanta. La profundidad mínima legal de la banda de rodadura varía según la ubicación, pero es comúnmente recomendado reemplazar las llantas cuando la profundidad alcanza los 2/32 de pulgada (aproximadamente 1.6 mm).
2. Daños visibles: Inspecciona visualmente las llantas en busca de cortes, abolladuras, protuberancias, o cualquier otro daño visible. Si encuentras daños significativos, especialmente en el costado de la llanta, podría ser necesario cambiarla.
3. Desgaste irregular: Un desgaste irregular de la banda de rodadura puede ser un signo de un problema con la alineación, la suspensión o la presión de las llantas. Si notas un desgaste desigual, es importante abordar la causa subyacente y considerar el reemplazo de las llantas afectadas.
4. Edad de la llanta: Aunque la apariencia de las llantas puede ser buena, el caucho de las llantas puede deteriorarse con el tiempo. Si tus llantas tienen más de seis años, incluso si parecen estar en buen estado, es posible que desees considerar reemplazarlas. La fecha de fabricación de la llanta generalmente se puede encontrar en el costado de la misma, indicada por un número de cuatro dígitos que representa la semana y el año de fabricación.
5. Problemas de inflado constante: Si una llanta pierde aire constantemente a pesar de los intentos de reparación, puede ser necesario cambiarla. Las pérdidas constantes de presión pueden deberse a daños internos o a la presencia de objetos extraños en la llanta.

Recuerda que es crucial mantener las llantas infladas adecuadamente y realizar rotaciones regulares para asegurar un desgaste uniforme. Además, si experimentas vibraciones, ruidos inusuales o problemas de manejo, es recomendable que un profesional examine tus llantas y determine si es necesario reemplazarlas.