Si tu llanta tiene un clavo, es importante actuar con rapidez y precaución para evitar daños mayores. Aquí tienes algunos pasos a seguir:
1.No retires el clavo de inmediato: Si el clavo está aún en la llanta y la presión es estable, no lo retires de inmediato, ya que podría liberar aire rápidamente.
2.Revisa la presión de la llanta: Si tienes un manómetro, verifica si la presión de la llanta ha bajado significativamente. Si es baja, infla la llanta temporalmente hasta poder repararla.
3.Conduce con cuidado: Si es necesario mover el vehículo, conduce despacio y evita largas distancias. Ir a velocidad reducida disminuye el riesgo de que el daño empeore.
4.Busca una reparación profesional: Acude a un taller de llantas o servicio automotriz para que evalúen el daño. Es probable que puedan reparar la llanta usando un parche o tapón de caucho, dependiendo de la ubicación y el tamaño del agujero.
5.Considera el reemplazo de la llanta: Si el clavo está en una zona crítica, como el costado de la llanta, o si el daño es extenso, puede que sea necesario cambiarla.